50º ANIVERSARIO DE ORDENACIÓN SACERDOTAL DEL P. ADERICO

El domingo 9 de julio, día en que en la Argentina celebramos un año más de la Independencia, hemos celebrado también el 50º Aniversario de ordenación sacerdotal del P. Aderico Germán Dolzani, actualmente Director Editorial de SAN PABLO Argentina y Coordinador general de la Pastoral Vocacional y Formación de nuestra Provincia. Esta acción de gracias la hemos realizado en la Eucaristía en la Capilla San Pablo (De la comunidad de Florida) en la que además festejamos a san Pablo Apóstol, Titular y Padre de nuestra Familia Paulina.

A dicha Eucaristía concurrimos los Paulinos presentes en las comunidades de Florida y Casa Provincial, además de un buen grupo de hermanos y hermanas de la Familia Paulina, familiares y amigos del P. Aderico.

Al inicio de la celebración Eucarística, el P. Aderico ingresó sin los ornamentos sacerdotales, los cuales se encontraban sobre el altar. Fue muy significativo para los presentes saber que usaría los ornamentos que hace 50 años, cuando fue ordenado presbítero, usó por primera vez. Incluso estuvo el cáliz de su ordenación. Al canto de "Tú eres sacerdote para siempre", el P. Aderico se revistió, colocándose por último la casulla roja en honor a san Pablo.

El P. Martín Dolzani nos escribió luego a los paulinos el siguiente mensaje, con respecto a lo celebrado: Hoy domingo 9 de julio hemos dado gracias a Dios por los 50 Años de la ordenación sacerdotal del padre Aderico Dolzani. A todos los hermanos de la Provincia les comparto algunas fotos. Y rescato de su homilía que el llamado a ser profeta como nuestra razón de ser como paulinos: no tenemos lo que el Señor nos asegura su Palabra a anunciar.

Toda la celebración fue un recordar la dimensión profética de cada cristiano, especialmente para nosotros como Familia Paulina, en estos tiempos de renovación y de camino conjunto.

Luego de la celebración eucarística, hemos pasado un hermoso momento de confraternidad, valorando nuestra vocación y el ser hermanos, hijos de un mismo Padre y enviados a comunicar el Evangelio, en primer lugar con la propia vida.

Gracias, P. Aderico, por su ejemplo y palabras; gracias a todos los paulinos de las primeras generaciones presentes en nuestra Argentina, por la perseverancia y por mantener vivo el sueño de Alberione, de Pablo y de Cristo.